Rana de cristal panameña (Hyalinobatrachium colymbiphyllum).-
Las ranas de cristal adultas, pueden transmitir a sus embriones bacterias que luchan contra los hongos y moléculas epidérmicas, según un estudio publicado en una primera versión online de Biotropica. Este descubrimiento podría ayudar a proteger a los anfibios de una enfermedad mortal llamada quitridiomicosis, producida por un hongo llamado Batrachochytrium dendrobatidis (Bd).
Rana víctima del Batrachochytrium dendrobatidis.-
Como otros animales, la piel de las ranas lleva consigo diferentes microorganismos, muchos de los cuales impiden de forma beneficiosa infecciones por bacterias y hongos patogénicos. Sin embargo, se sabe poco sobre cómo se adquiere esta comunidad microbiana.
Un grupo internacional de biólogos liderado por Douglas Woodhams, ayudante de investigación en el Instituto de Investigación Tropical Smithsonian, tomaron muestras de microbios cutáneos de ranas de cristal panameñas (Hyalinobatrachium colymbiphyllum) que se sabe inhiben al hongo Bd. Once de las 14 muestras de ranas llevaban al menos un tipo de bacteria anti-Bd.
También tomaron muestras microbianas de la superficie de seis masas de huevos y todas dieron positivo, por lo menos de un tipo de antibacteria Bd. Por otra parte, la bacteria en cada masa de huevo coincidía con aquellas de la rana adulta.
Análisis bioquímicos de blots de los huevos, revelaron que dos de las masas de huevos tenían péptidos de la piel antimicrobianos equivalentes a los de los adultos.
Puesto que los embriones en ese estadio todavía no han desarrollado las glándulas para secretar estas moléculas, y según los autores del artículo, estos péptidos deben haber sido transferidos verticalmente desde los padres a los embriones.
El descubrimiento es un acontecimiento positivo en la carrera para salvar de la extinción a las especies de anfibios.
El hongo del estudio provoca quitridiomicosis, una enfermedad que fue descubierta recientemente al haber infectado a ranas cerca de la Región del Darién en Panamá. La zona era considerada la última región en Centroamérica libre de enfermedades padecidas por anfibios.
Se cree que desde 1980, 120 especies de ranas del mundo se han extinguido, de las cuales 94 se perdieron parcialmente debido a la quitridiomicosis.
En 2007, Woodhams examinó 49 ranas cerca de Darién por la enfermedad y encontró que no había ningún caso de infección. Cuando volvió a analizar la zona en enero de 2010, descubrió que el 2% de 93 ranas tenía la enfermedad. Según este, el descubrimiento de quitridiomicosis en las ranas de un sitio fronterizo a Darién sucedió mucho antes de lo que nadie predijo.
Según Brian Gratwicke, coordinador internacional del proyecto, este estudio es uno de varios que toman una posición activa contra la extinción probable de estas especies. “Ya hemos tenido éxito en criar tres especies en cautividad. El tiempo puede estar agotándose, pero estamos buscando más recursos para aprovechar el tiempo que queda”, añadió el biólogo.
Colonias de dos de estas especies, las ranas arlequines Atelopus glyphus y Atelopus certus, han sido criadas en Panamá por si se extinguieran en su hábitat natural.

PROMULGAR UNA LEY PARA SALVAR A LA RANA DORADA DE LA EXTINCIÓN

PANAMA, 12 de marzo de 2010 (Xinhua) -- Un grupo de ecologistas presentó en la Asamblea Nacional (parlamento) de Panamá una iniciativa de ley para declarar el día de la rana dorada, un anfibio endémico que se encuentra en peligro de extinción.

La Asociación para la Preservación de la Rana Dorada y otros Anfibios de Panamá (Apradap) busca proteger el hábitat de esta especie, considerada un símbolo de la fauna de este país, destacó la directora de la organización, Ana Lucecia Arosamena, en declaraciones citadas hoy por la prensa local.

Este anfibio se encuentra en riesgo de desaparecer debido a la deforestación, la extracción de lajas para decoración de casas y la utilización de agroquímicos, explicó Arosamena.

Agregó que la rana dorada es uno de los 22 anfibios endémicos que se concentra en la Cordillera Central panameña, en la zona norte del Valle de Antón, Cerro Azul y Cerro Campana, donde su hábitat ha sido invadido por actividades urbanísticas.

En la cultura de las comunidades indígenas de Panamá la rana dorada ha sido utilizada con fines medicinales, prenda de orfebrería e incluso para la fabricación de amuletos de la buena suerte.

El futuro de este anfibio queda ahora en manos de la Asamblea Nacional, que en los próximos días deberá evaluar la propuesta de ley de la Apradap y adoptar las medidas correspondientes para la preservación de esta especie.