Descubierto un 'paraíso perdido' de especies desconocidas en un bosque de Mozambique

EXPEDICIÓN DE CIENTÍFICOS BRITÁNICOS

EDUARDO SUÁREZ (Corresponsal)LONDRES.

- El paraíso perdido no es sólo la obra poética cumbre de John Milton (1608-1674). Es también desde hoy un rincón boscoso de Mozambique que responde al nombre de Monte Mabu. Hasta ahora ni siquiera aparecía en los mapas y por eso no había llamado la atención de los biólogos. En 2005, sin embargo, lo descubrió un grupo de científicos de los Jardines Botánicos de Kew y sólo ahora ha revelado el tesoro de su biodiversidad.

El hallazgo acaeció por casualidad, mientras uno de los científicos de Kew, Julian Bayliss, brujuleaba por internet en busca de zonas que registraran fuertes precipitaciones y estuvieran unos 1.600 metros por encima del nivel del mar. El programa Google Earth mostraba algunas en lugares hasta ahora inexplorados. La mayoría en Papúa Nueva Guinea.

Fotografía www.elmundo.es

Sin embargo, el que llamó la atención de Bayliss fue un trozo de tierra ignota en el corazón del montañoso norte de Mozambique.

Una región alta e inaccesible donde nunca antes había puesto el pie ningún investigador.

Bayliss examinó entonces distintas imágenes de satélite hasta confirmar que el monte acogía una zona boscosa por explorar de unos 80 kilómetros cuadrados.Una región virgen es el sueño dorado de cualquier biólogo.

Un sueño que se antoja imposible en un mundo penetrado por los satélites y la cartografía, pero que ha hecho posible la historia convulsa del país africano, asolado por una guerra civil entre 1975 y 1992. Según los expertos, el Monte Mabu sobrevivió a los pormenores de la contienda por diversos factores. Incluidos su condición inaccesible y su valor como refugio durante la guerra.Apenas supo de la existencia de este lugar edénico, los biólogos de Kew se prepararon para explorarlo. Nada menos que 28 científicos del Reino Unido, Mozambique, Malawi, Tanzania y Suazilandia se embarcaron entre octubre y noviembre en una expedición a la antigua usanza. Acompañados de 70 porteadores y de un puñado de serpas locales, viajaron en todoterreno hasta donde llegaba la carretera y se adentraron luego en el bosque durante cuatro semanas.Allí les esperaban tres nuevas especies de mariposas, una extraña variedad de víbora y poblaciones desconocidas de pájaros poco comunes.

La cima del Monte Mabu no excede los 1.700 metros. La biodiversidad no es el fruto de la altitud sino de lo remoto del lugar y de las condiciones que crea la vegetación, con árboles que superan los 45 metros.

En la cima pelada del monte, de todas formas, a los científicos les esperaba un hallazgo muy especial: cientos de mariposas macho que se reunían allí, lejos del bosque y a la luz del sol para atraer a las hembras y probar su resistencia volando lo más lejos posible. «Hasta que no volvimos a Londres y empezamos a analizar el material, no nos dimos cuenta del todo de la importancia del hallazgo», cuenta Timberlake, el responsable de la expedición. «Fue entonces cuando reparamos en que estábamos pisando terreno desconocido».«La biodiversidad de la zona es impresionante», ha declarado en las páginas de The Observer.

Fotografía www.elmundo.es

Y añade con emoción: «Ver cómo las especies se han ido adaptando a pequeños nichos como éste es algo que para mí es algo todavía mágico».Entre los hallazgos de la expedición, ejemplares de serpientes casi desconocidas y camaleones pigmeos.

También mariposas y pájaros con tatuajes especiales, generados por siglos de adaptación al paisaje del Monte Mabu. Sus fotografías y las muestras de decenas de especies vegetales serán en los próximos meses un tesoro en manos de los biólogos de los jardines botánicos de Kew. Ellos los analizarán y desentrañarán los secretos de la biodiversidad de este rincón del remoto Mozambique.Paradójicamente, la paz podría ser más dañina que la guerra para las mariposas y los camaleones del Monte Mabu.

El fin de la contienda ha propiciado un 'boom' para la economía mozambiqueña y los expertos dicen que el bosque podría desaparecer fruto de la codicia de los latifundistas, que querrían sacar dinero de su madera o ganar más tierras cultivables.Por eso, los biólogos de Kew se afanan ahora en catalogar y publicitar al máximo sus hallazgos y forzar un reconocimiento de zona protegida para la zona. Su responsable, Jonathan Timberlake, no cree que el Monte Mabu sea el último edén por explorar.

«Debe de haber muchos más», asegura, «pequeños bolsillos de biodiversidad alrededor del mundo que quedan por descubrir y con los que tropezaremos.

Ojalá gracias a esto la gente se dé cuenta de todo lo que nos está esperando ahí fuera».

Fuente: www.elmundo.es

http://www.elmundo.es/elmundo/2008/12/22/ciencia/1229969014.html?a=f6fb517fdb8888c2eb122f71f6f634bb&t=1230020401

Costa Rica teme la desaparición de sus anfibios

En el país centroamericano, que posee el 4% de la biodiversidad del planeta, habitan 181 especies de anfibios, de los cuales la del sapo dorado ya ha desaparecido

EFE- San José - 29/09/2006

Agalichnys callydrias

Biólogos costarricenses han alertado de que 23 especies de ranas y sapos están en peligro grave de sumarse a la lista de animales desaparecidos en este país, como el sapo dorado. Los biólogos locales están preocupados por la drástica disminución en las poblaciones de anfibios en todo el país desde la década de los noventa, pero hasta ahora sólo tienen diversas hipótesis sobre las causas. Por esta razón trabajan en el diseño de una estrategia nacional para garantizar la supervivencia de muchas de ellas en los próximos 25 años.

Biólogos advierten sobre la rápida disminución de las poblaciones de anfibios en Costa Rica, donde ya han desaparecido 23 especies y muchas otras corren peligro de extinción.- EFE

Federico Bolaños, herpetólogo (especialista en reptiles) de la estatal Universidad de Costa Rica, ha explicado que actualmente los anfibios no sólo enfrentan una situación crítica en Costa Rica, sino en todo el mundo. Según cifras oficiales, al menos 2.000 de las casi 6.000 especies de sapos, ranas, salamandras y cecilios de todo el planeta están amenazadas de extinción.

Bufo periglenes

"Si se toma en cuenta que no existe suficiente información científica de muchas especies, la amenaza podría elevarse a 3.000, la mitad de las especies de anfibios del mundo", explica el biólogo.En Costa Rica, país que posee el 4% de la biodiversidad del planeta, habitan 181 especies de anfibios, de los cuales la del sapo dorado ya ha desaparecido. Ese camino es el que pueden seguir otras 23 multicolores y exóticas especies como las ranas arlequines, las ranas de hojarasca, algunas ranas venosas y la mayoría de la familia de los sapos (seis de 14 especies gravemente amenazadas), lamenta el herpetólogo Gerardo Chaves.Además de las 23 en peligro grave, otras 22 especies tienen poblaciones muy reducidas y 20 se consideran vulnerables. Sólo 87 poblaciones de los 181 tipos de anfibios del país están en buenas condiciones, según los estudios biológicos.

Dos culpables

Las investigaciones señalan a dos principales culpables de esta alarmante situación: el calentamiento global y un hongo común llamado quitridio.Al parecer, la alteración del clima en los últimos años ha variado las condiciones de vida de los anfibios y, lo que es peor, ha facilitado la aparición de nuevas enfermedades o ha modificado las ya existentes. Este es el caso del quitridio, un hongo no patógeno que habita en la piel y el cabello humano, y que hasta 1994 no había registrado ningún efecto negativo sobre los anfibios.

En Costa Rica, el quitridio se volvió el dolor de cabeza de muchos herpetólogos desde 1994, pero hay registros en el mundo de afectaciones a anfibios desde 1930.Mientras tanto, los biólogos apuestan por la crianza en cautiverio de muchas especies, pues la mortalidad ha afectado principalmente a los anfibios que habitan zonas protegidas de Costa Rica.A pesar del futuro poco alentador, los expertos reconocen que aún hay mucho que aprender de los anfibios y estos animales guardan algunas sorpresas aún no comprendidas por la ciencia.

Por ejemplo, de una especie de rana, que había desaparecido años atrás por completo de su área natural, ahora existe una población en un estanque artificial en un zoológico de San José y zonas cercanas, en pleno corazón de la cuidad. Tal vez, confían, no todo está perdido.

Fuente: El Pais

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Costa/Rica/teme/desaparicion/exoticos/anfibios/elpporsoc/20060929elpepusoc_3/Tes

Científicos españoles logran criar un caballito de mar en peligro

R. M. - Madrid - 09/03/2009

Un equipo de científicos de la Universidad de Murcia ha conseguido reproducir por primera vez en cautividad una especie de caballito de mar que se encuentra en el Mediterráneo y que está amenazada. Se trata de Hippocampus guttulatus, un caballito en peligro por la sobrepesca y por el uso ornamental y en la medicina tradicional china. El logro abre la puerta para la conservación de la especie.

El director técnico del acuario de la Universidad de Murcia, Emilio Cortés, recuerda cuando este caballito era muy abundante en el Mar Menor, la mayor laguna salada del Mediterráneo. "Hace 20 años, cualquiera podía ir y cogerlos casi sin esfuerzo, era una tradición. Hoy apenas se encuentran". Explica que hay varios factores que influyen en el retroceso de la población, que se repite a nivel mundial: "La sobrepesca, a menudo para destinarlos a la medicina tradicional china, y la proliferación de medusas pueden haber influido en el descenso de la población. También la pesca recreativa, para tenerlos de adorno".

Caballitos de mar.

Un estudio estadounidense calculó que entre 24,5 y 70 millones de toneladas de caballitos de mar se venden cada año para su uso en la medicina tradicional china, que considera que esta especie da energía y tiene propiedades curativas.

En el laboratorio reprodujeron las condiciones de salinidad y temperatura de la laguna y han conseguido las primeras crías. La reproducción del caballito de mar es especialmente interesante porque es el macho el que se queda embarazado. Tras un cortejo en el agua, la hembra le pasa los huevos y el macho los guarda en una bolsa en su abdomen, donde los fecunda. El macho sufre una serie de convulsiones y expulsa los huevos ya fecundados al agua

Fuente: www.elpais.com